¿Por qué siento hinchazón, irritabilidad y sufro más infecciones en la segunda parte del ciclo menstrual?
Para entender por qué nos ocurre esto es importante saber que nuestro ciclo menstrual consta de una primera fase o fase folicular (desde el día que comienza la menstruación hasta la ovulación) y de una segunda fase o fase lútea (desde la ovulación hasta la siguiente menstruación). En la primera fase del ciclo predominan los estrógenos y en la segunda fase (fase lútea), la progesterona. La caída brusca de la progesterona al finalizar la segunda fase del ciclo provoca la descamación del endometrio (menstruación) iniciándose así otro nuevo ciclo.
Durante el ciclo menstrual, esta fluctuación de las hormonas ováricas (sistema endocrino) interactúa con los demás sistemas del cuerpo. Estos cambios cíclicos son muy variables de una mujer a otra, tanto a nivel cualitativo como cuantitativo y pueden ser positivos o negativos.
Cambios premenstruales positivos
Los cambios premenstruales positivos más frecuentes son: impulso a terminar cosas pendientes, más sensación de control sobre su vida, más autoconfianza o, en ocasiones, más relajación.
¿Sufres algún otro cambio premenstrual positivo? ¡Cuéntame!
Cambios premenstruales negativos y SPM
Los cambios premenstruales negativos que sufrimos con más frecuencia son: distensión abdominal, ansiedad, tensión mamaria, episodios de llanto, depresión, fatiga, falta de energía, disminución de la libido, irritabilidad, dificultad para concentrarnos, cefalea y cambios en patrones de sed y apetito.
La definición actual del Síndrome Premenstrual (SPM) según la SEGO es: «conjunto de síntomas y signos físicos, psicoemocionales y cognitivos-conductuales que alteran la actividad cotidiana o las relaciones interpersonales de la mujer y que aparecen o se exacerban cíclicamente en la fase lútea del ciclo menstrual, presentando alivio o desaparición durante o tras la menstruación, y sin existir otra causa que la justifique».
Las acciones de los estrógenos y la progesterona, en general, son antagónicas en cada sistema, por ejemplo: en el sistema nervioso los estrógenos se comportan como activadores neurales y la progesterona como inhibidora; en el sistema inmunológico los estrógenos aumentan la vigilancia inmunológica y la progesterona la disminuye y así, en todos los sistemas, se produce una saludable alternancia cíclica.
Pero cuando se producen pequeños desequilibrios hormonales en los que la progesterona de la segunda fase del ciclo no contrarresta suficientemente el efecto de los estrogénico de la primera fase, se produce una predominancia de los efectos de los estrógenos. Esto no ocurre por un aumento de los estrógenos sino por una bajada de la progesterona (hiperestronismo relativo) dando lugar a los síntomas del SPM.
Más infecciones, hinchazón, mayor irritabilidad
Esta predominancia estrogénica produce en nuestro sistema inmunológico un desequilibrio a favor del exceso de vigilancia inmunológica, concretamente un aumento de la actividad inmunológica humoral (Th2); la cual produce este ambiente proinflamatorio que se produce en el SPM. Pero es que además, la inmunidad Th2 disminuye la Th1 y por eso virus, hongos o bacterias (siempre al acecho) aprovechan. Son muchas las mujeres sufren esta predisposición a procesos infecciosos en la segunda fase del ciclo.
El efecto de los estrógenos también favorece la retención de líquidos (ya que los estrógenos estimulan el sistema renina-angiotensina-aldosterona) y la tensión mamaria en la segunda fase del ciclo, cuando no hay suficiente progesterona que contrarreste este efecto estrogénico.
¿Pero por qué esta irritabilidad/ansiedad? Por exactamente lo mismo: la progesterona actúa en el cerebro como inhibidor neural, es decir, produce es calma. La alopregnenolona es un metabolito de la progesterona que activa el sistema GABAA produciendo un efecto ansiolítico, sedante. Si no hay suficiente progesterona en esta segunda fase, en lugar de estar más calmadas estaremos más irritables. ¿No vemos a las embarazadas quedarse dormidas por los rincones en el primer trimestre?, la «culpa» es de sus elevados niveles de progesterona.
¿Pero cómo podemos combatir este hiperestronismo que sufrimos durante el SPM? Aquí os dejo el post Autocuidados para prevenir las consecuencias del exceso de estrógenos y la inflamación.
¡Gracias por compartirlo con quién pueda necesitarlo!