Descripción
En nuestra sociedad, donde tantas personas sufren por disfunciones sexuales, relaciones tóxicas, agresiones, discriminación por diversidad sexual, adicción al porno, etc., está claro que necesitamos una educación sexual que garantice a todas las personas una vida libre de violencia, coacción, adicciones, dependencia emocional… No podemos separar salud y educación, no puede existir la una sin la otra. Conocer mejor nuestra sexualidad promueve nuestra libertad, mejora nuestra salud, y, en definitiva, nos permite saber reconocer cuándo necesitamos ayuda profesional.
La educación sexual no se limita solamente a enseñar biología de la reproducción, evitar embarazos no deseados, o aprender sobre métodos anticonceptivos… Este libro lucha contra esa visión reduccionista y amplia la mirada mucho más allá: educación sexual también es aprender cómo protegernos de situaciones de abuso, cómo derribar mitos e ideas erróneas que nos provocan malestar, culpa o frustración, o cómo fomentar el respeto a nosotros mismos y a otros para no dañar ni ser dañados.