Descripción
La felicidad no puede existir sin coherencia, y si no nos conocemos, y no conocemos nuestra verdadera naturaleza, nuestras limitaciones, nuestras creencias… se vuelve imposible ser coherentes. Por eso, la falta de conexión real con nuestro propio cuerpo es algo que nos hace mucho daño: este proceso de desposesión del cuerpo es independiente del nivel sociocultural o económico de la persona, y es algo que sucede de forma imperceptible, en todas las etapas de la sexualidad femenina, atravesado por infinidad de tabúes y estigmas, y alimentado por sentimientos de miedo, desvalorización, culpa, vergüenza, vulnerabilidad…